WE' RE SO TRENDY WE CAN'T EVEN ESCAPE OURSELVES



12.15.2008

Psycho Killer

Qu'est-ce que c'est?
fa fa fa fa fa fa fa fa fa FAR BETTER
Run run run run run run run aaaaaaaaway
OH OH OH OH
AY AY AY AY AY UM

12.14.2008

Fashion show

























































































































FILTHY YOUTH


Qué nos pasó? me preguntan. Nos convertimos, o al menos yo me covertí en una persona que no le importa nada. Y está buenísimo! Solo es pasarla bien. Tomemos! Bailemos! No importa nada, si somos jóvenes. Fumemos y masacrémonos. Si no lo hacemos ahora, cuándo? Cuánto tiempo nos queda? Ahora nadie depende de mí, ahora yo trato de no depender de nadie. Yo no lastimo a nadie. Sigamos bailando! Gritemos! Tomemos más! Estoy haciendo algo mal? Si nada me sale mal! Sigamos asi mientras podamos! I 've got a date with the night. Let's jump around! Rock, party! Gritemos! Bailemos en la calle! Bailemos abajo de la lluvia! EL MUNDO ES NUESTRO. You're my kind of guy , cos I like your style and you sound as horrible as me! And I don't mind if you're unkind. Cos you're reminding me of me. No choquemos más con la realidad











12.05.2008

Amarillo

The lights look bright

When you reach outside

Time for one last ride

Before the end of it all.

- Ian Curtis


Existe, más allá del humo y aún más allá de ciertas condenas sociales de carácter etílico, una metáfora maravillosa, de la que puede a duras penas observar el elemento y más difícilmente aún la imagen de este último. Sin embargo, su vida toda se rige por simbolismos y ella sola es más fuerte que su camisa blanca y cinturón amarillo y que sus zapatos rosas de taco aguja que pisan ahora las cenizas del cigarrillo que dejó caer segundos atrás algún que otro enamorado Smith. Observa la pared que tiene delante y todo se detiene. La música, el olor a alcohol que sale de la boca del amado de turno, algún que otro proceso orgánico, y ella misma se desprende de su cuerpo, para reparar en el detalle. Son azulejos negros y blancos (mira la pared maravillada). Duda un segundo si azulejos es la palabra correcta. Nunca supo bien la diferencia entre azulejos y mosaicos, y mucho menos sabía diferenciarlos desde aquella vez en la que su abuela le pidió por favor que limpie los azulejos del baño, cuya pared era lisa y de un azul violáceo, y no registraba rastro alguno de un cuadrillé puramente estético. Un tablero de ajedrez (un mosaico, sabrá luego). Un maravilloso tablero de ajedrez del que se siente un tanto jugador y un tanto pieza (su capacidad analítica siempre supo ser brillante y no es la primera vez que reflexiona sobre nuestro juego), tal pronunciaba el graffiti en la pared del colegio, y entonces toma aire. Respira y se detiene unos segundos a observar su alrededor. El aire, hay algo raro en el aire, como si quisiera en verdad, oler a viejo Manchester, industrial, triste y de culto, lleno de héroes. Intenta sin embargo, y no parecen ser otros más que ellos mismos gritando por los altavoces, sino sus almas en los cuerpos de otros un poco más modernos y menos llenos de polvo. El aire le entra en la sangre y eso le gusta, sentirse llena de polvo inglés. Quizá la verdad sea mucho menos épica, mas qué importa, bailaremos al compás de Joy Division sin afectarnos ni las sogas ni el salir y ver todavía a cuatro cuadras la sombra de Luca que nos persigue. Deberías venir conmigo hoy, le había dicho la otra, que pasan desde los Pistols hasta Bowie. Sin embargo no se imaginaba bailando sin el beat de fondo. Tal vez sea eso. El beat siempre nos estupidizó. Y Bowie nos hace querer bailar desnudos bajo la lluvia, recuerda la imagen del otro en Pinamar entrada ya la madrugada, alzarse descalzo en la arena como héroe triunfante, contándole a gritos y algo ebrio lo fabuloso que era el vinilo de Ziggy Stardust que le había robado al dueño de casa en una fiesta de subsuelos hace muy pocos días. Qué vas a hacer con él, la figura de la otra, de vestido por las rodillas, veraniego y de rayas amarillas y blancas. No sé, escupe, y ambos sabemos y ellas saben que no es él quien la atrapa sino la guitarra, la bandera de la Reina que imaginó colgada arriba de la cama de un cuarto de ambos, el acolchado rojo, y despertarse al lado de un Sid Vicious argento, con el que tomar mate en la playa y alcoholizarse con un Absolut a medio vaciar en la casa de un amigo de ambos, indie rock mediante, era exactamente igual de hermoso. Mas vuelve un segundo y observa la pared, y sabe que ni habrá ni cocaína suficiente, ni pájaros suicidas, ni Reina para sacarla de ese lugar; solo la puta calle Alsina. La puta calle Alsina y un más puto aún tablero de ajedrez.

por Lautaro Cura

12.02.2008

avantt club
































No Buses

No Buses
FOTOLOG.COM/NOBUSES CLICK